Hortaliza cultivo de Cebolla cabezona


La cebolla es de la misma familia del ajo (Allium sativum L.) y otras hortalizas de menor importancia como el cebollino y el puerro. La cebolla se considera como originaria de las regiones secas de Asia y tanto la anatomía como la fisiología de la planta indican con claridad que este cultivo se desarrolla bien en condiciones de baja humedad relativa, alta insolación y bajo suministro de agua. El inicio de la formación del bulbo, está influenciado por el fotoperíodo, aunque otros factores, tales como la nutrición mineral, temperaturas y daños severos al follaje modifican el efecto del fotoperíodo. Por la condición tropical de nuestro país, los cultivares que se siembran son de día corto.



CLIMA Y SUELOS

La temperatura óptima para el desarrollo del cultivo está alrededor de los 13ºC y 14ºC con máxima de 30ºC y mínima de 7ºC. Se cultiva tanto en suelos arcillosos como en los francos con buenos resultados. El pH óptimo está entre 6 y 6,5 y no tolera suelos ácidos. Se ha observado que la siembra en suelos muy pesados induce la formación de bulbos deformes, pero no se tiene referencia de su efecto sobre el rendimiento.



VARIEDADES

En el país existe un amplio número de variedades e híbridos disponibles. Los híbridos amarillos son los más sembrados y los más frecuentes son del tipo Yellow Granex. Se han obtenido muy buenos rendimientos experimentales (de 46 a 64 t/ha) con los híbridos Granex 33, Granex 2000 y Yellow Granex 429. En cuando a variedades, las de mayor uso son Bermuda Amarilla, Bermuda Roja y Red Creola C-5. De reciente introducción esta la variedad Cladalan Brown. Como requisito para la importación de semilla de cebolla, todos los materiales deben ser resistentes a la enfermedad conocida como raíz rosada (PRR).



SIEMBRA

La cebolla es una planta típica de trasplante pero se puede sembrar directamente. Para la siembra de una hectárea se requiere preparar alrededor de 200 m2 de semillero. Si el terreno ha sido convenientemente preparado y desinfectado, se requiere de 1,5 a 2 kg de semilla para sembrar una hectárea en la época lluviosa y de 3 a 4 kg/ha para la siembra de verano. 

La siembra se hace en líneas separadas de 20 a 25 cm y la semilla se esparce a chorro seguido y se abona con 50 a 100 g/m2 de fertilizante 10-30-10. Durante la etapa de semillero, las plántulas se deben proteger contra el ataque de las plagas y enfermedades del cultivo. La cebolla también se puede sembrar directamente en el campo para lo cual se prefiere la semilla recubierta o peletizada. La siembra directa acorta la duración del cultivo en el campo y se evita el costo del trasplante, pero aumenta los costo para el combate de malezas y la protección de las plántulas.


En nuestro país no es común la siembra por bulbillos, aunque algunos agricultores lo practican. Para este método, se preparan semilleros en los últimos meses de invierno, una vez que las plantas han formado bulbillos y el follaje se ha secado, se cosechan los bulbillos y se secan en el campo; las cebollas así obtenidas se siembran en la siguiente estación lluviosa. Este sistema permite ganancia de tiempo, ya que equivale a una "semilla adelantada". Para este sistema, las variedades deben tener un adecuado período de reposo. El trasplante se hace cuando las plantas tienen entre 10 a 15 cm de altura y aún no se ha iniciado la formación del bulbo. Esto puede ocurrir entre los sesenta a setenta días después de la siembra, mientras que en las zonas bajas, debido a que las temperaturas son más altas, el semillero está listo para el trasplante entre cuarenta y cincuenta días después de la siembra. La edad de la plántula para trasplantarla es muy importante, ya que si se atrasa, los rendimientos se reducen notoriamente. El manejo del cultivo varía de acuerdo a la zona y época de siembra. La siembra se hace en eras para favorecer el drenaje, con distancias entre plantas de 7 cm a 10 cm y de 20 cm a 30 cm entre líneas. En las plantaciones bajo riego, la siembra se hace en bateas de área variable con lo que se facilita el manejo del agua, al inundar áreas pequeñas. 

En estas siembras la distancia entre plantas es de 7 cm a 10 cm y la distancia entre líneas se reduce a 10 cm o 15 cm.



Se debe de tener presente que el follaje de la cebolla, es de poco desarrollo y no cubre bien el suelo, por lo que el suelo queda expuesto a la acción erosiva del agua y del viento. Es recomendable trazar curvas de nivel para proteger el suelo en el invierno y garantizar el adecuado movimiento del agua de riego en el verano.

Fertilización

En todos los casos, es preferible hacer un análisis químico del suelo para evaluar la fertilidad. Se ha encontrado que en muchos suelos hortícolas del norte de Cartago no es necesario recurrir a fórmulas altas en fósforo. En suelos con contenidos de fósforo superiores a los 20 mg/ml, no se obtendrá respuesta al fósforo. En este caso se recomienda aplicar 150 kg N, 20 kg P2O5, 60 kg K2O y 25 kg de Mg O por hectárea; en la siembra se puede fertilizar con 500 kg/ha de la fórmula fertilizante 18-5-15-6-1,2 y hacer dos aplicaciones con 112 kg/ha de nitrato de amonio, a los treinta y sesenta días después del trasplante. Se ha encontrado que cuando se aplica un tercio del nitrato de amonio diez a quince días después de la siembra y los otros dos tercios a los treinta y sesenta días después del trasplante, se obtienen mejores rendimientos.



Combate de malezas

Debido a que la planta de cebolla no compite eficientemente con las malezas y al alto costo de mano de obra, lo más aconsejable es manejar las malezas mediante herbicidas como linurón, trifluralin o la mezcla de oxifluorfen con linurón, de acuerdo al tipo de maleza predominante y siguiendo las indicaciones sobre la maleza afectada y el momento de aplicación, que aparece en la etiqueta.

PLAGAS DE LA CEBOLLA

Insectos dañinos y su combate

Trips o Thrips tabasi Lindeman (Thysanoptera: Thripidae)
piojillo de la cebolla

El trips es un insecto diminuto, de cuerpo angosto que se oculta en las vainas de las hojas en el centro de la planta. Es raspador chupador y raspa las hojas y chupa la savia. Las condiciones de baja humedad favorecen su ataque, por lo que su incidencia es más fuerte en las épocas secas. Causa lesiones plunteadas en las hojas las que evolucionan y causan el amarillamiento del follaje. Cuando se observan plantas de cebolla con las puntas de las hojas amarillas y secas, es conveniente revisar las vainas de las hojas para detectar la presencia de la plaga y proceder a su combate. El combate químico puede realizarse con diazinon (Diazinón 60% CE, 1 l/ha), (Nuvacron 60% CE, 1l/ha), acefato (Orthene 75% PS 1 kg/ha), malation (Malathion 57% CE; 1,5 l/ha), formation (Anthro 1-1,5 k/ha), tiometon (Ekatine; 0,75-1,0 l/ha), dimetoato (Perfektion; 0,75-1,5 l/ha). Debido a la cerocidad de la hoja, las gotas de agua no penetran hasta los escondites de estas plagas, por lo que es de suma importancia aplicar un humectante que reduzca la tensión superficial de la gota de agua para lograr una eficiente penetración del insecticida. Como medida cultural se recomienda destruir los residuos de cosecha. También se debe recordar que la severidad del ataque disminuye, en períodos de lluvia.



Afidos Mycromyzus formasanus (Takan) (Homoptera: Aphididae)

Son pequeños insectos, que succionan la savia de la planta.
Luego de observar la presencia de la plaga y verificar que está causando daños en la plantación, su combate se logra con aplicaciones de: acefato (Orthene 75% PS, 1 kg/ha), metomil (Lannate 90% PS, 0,4 kg/ha), diazinon (Diazinon 60% CE, 1 l/ha), metamidofos (Monitor o Tamaran 600 CE, 0,75-1 l/ha), formation (Anthio, 0,75-1 l/ha).

Gusanos cortadores, pulgones, Prodenia sp. (Lepidoptera: Noctuidae)
trozadores, tierreros Feltia sp. (Lepidoptera: Noctuidae)
 Agrotis sp. (Lepidoptera: Noctuidae)

Causan daño especialmente en el semillero, donde cortan las plántulas. En plantaciones establecidas pueden atacar y perforar las hojas. Se combaten con insecticidas granulados aplicados en el suelo, tanto en el semillero como en el trasplante, como: mefosfolan (Cytrolane 10% G, 25 kg/ha), carbofuran (Furadan 10% G, 20 kg/ha), carbaril (Sevin 50%), dimeton metil (Metasystox 600) y metamidofos (Tamaron 600).



Gusano de la cebolla Hylemia antigua (Meigen) (Diptera: Anthomycidae)

Las larvas causan daños en el bulbo y en el falso tallo, lo que provoca pudriciones acuosas. Para su combate se debe aplicar en el suelo, alguno de los siguientes productos; mefosfolan (Cytrolane 10% G, 25 kg/ha), carbofura (Furadan 10% G, 20 kg), aldicarb (Temil 10% G, 20 kg/ha). En algunos países los agricultores de cebolla cuentan con el apoyo de las feromonas de esta plaga, lo que facilita su combate. Algunos de estos insectos tiene enemigos naturales que pueden mantener baja las poblaciones de insectos dañinos, sin recurrir a productos químicos, pero falta investigación en este campo. En evaluaciones recientes, se ha demostrado que en el cultivo de la cebolla es muy útil el uso de acondicionadores de la solución; tal es el caso del uso del adherente Ortho Spray Sticker, el que se probó en mezcla con fungicidas para el combate de las enfermedades más importantes de este cultivo.



Babosas y su combate
 Babosas Vaginulus accidentalis (Guild) (Pulmanata: Limacidae)

Para su combate se utilizan cebos babosidas o cebos preparados con metaldehido, arseniato de calcio o plomo, con afrecho como portador.

Enfermedades y su combate

Mancha púrpura Alternaria porri

La enfermedad causa manchas blancas y hundidas, cuyo centro posteriormente se torna rojizo. Ataca las hojas, pedúnculos florales y bulbos. Las infecciones de esta enfermedad están asociadas con lesiones causadas por Botrytis sp. En cultivares susceptibles, las lesiones son de consistencia acuosa, rodeadas por un borde amarillento en el que posteriormente se desarrollan las fructificaciones del hongo, similares a puntos oscuros, luego la zona central de la lesión se torna rojiza y en condiciones favorables para la enfermedades, las lesiones coalesen y las hojas se doblan con facilidad. Su diseminación ocurre en condiciones de alta humedad y precipitación. Este hongo puede sobrevivir largo tiempo en residuos de cosecha. Para el combate se debe desinfectar la semilla, rotar con cultivos no susceptibles y mejorar el drenaje de la plantación. Los fungicidas útiles contra la enfermedad son los de la familia de los carbamatos (Maneb, Mancozeb, etc.), cloratalonil (Daconil) y trimastan. En todos los casos lo más importantes es el método de aplicación y la utilización de coadyuvantes.



Raíz rosada Pyrenochaeta terrestris

El hongo que causa la raíz rosada es un habitante común del suelo y ataca las raíces de muchos cultivos. El síntoma característico de esta enfermedad es la coloración morada en el tejido de las raíces, las que se vuelven café oscuro y mueren. Las plantas continúan emitiendo raíces pero al no poder satisfacer los requerimientos nutricionales de la planta, el follaje se torna amarillento y las plantas presentan enanismo. En ataques severos este patógeno causa la muerte de la planta. En la actualidad todos los materiales de cebolla que se importan deben de tener resistencia a esta enfermedad, aún así, se debe de observar el cultivo para cerciorarse de que esta enfermedad no esté presente.



COSECHA

La duración del período entre el trasplante y la cosecha varía de acuerdo al cultivar de que se trate y a las condiciones del sitio de siembra, tal como temperatura, humedad y brillo solar. Investigaciones recientes han mostrado que en siembras bajo riego los cultivares más precoces fueron el Granex 33 con noventa y seis días después de trasplante (ddt) y Galil ( 96 ddt), seguidos de Granex 429 (105 ddt) y de Yellow Granex (105 ddt); en otras zonas el período del cultivo en el campo se alarga a 125 ddt para Granex 33, 115 ddt para Galil y de 120 a 125 ddt para el cultivar Yellow Granex.


El punto ideal de cosecha es cuando el falso tallo de la planta se dobla y las hojas se postran sobre el suelo, este síntoma indica que la planta ha alcanzado su máximo desarrollo y la madurez del bulbo. Los agricultores acostumbran cosechar cuando al menos 50% de las plantas se han doblado. La investigación ha mostrado que esta práctica reduce el rendimiento del cultivo. Si el estado del tiempo lo permite, es aconsejable retrasar la cosecha hasta que el porcentaje de plantas con los tallos doblados sea lo más alto posible lo cual también reduce las pérdidas durante el almacenamiento. Cuando la cosecha se hace en la estación seca, los agricultores acostumbran dejar las plantas cosechadas sobre el suelo para secar los bulbos. Se debe de tener presente que si los bulbos se exponen demasiado a los rayos del sol pueden sufrir daño que reduce su calidad e imposibilita su almacenamiento. El secado o curado en el campo permite que se seque el follaje y que aumente el porcentaje de materia seca en el bulbo, dura una a dos semanas y concluye cuando el follaje esta bien seco y cuando al rozar el bulbo se desprenden las escamas exteriores. Con un adecuado manejo de la temperatura y de la humedad relativa de la bodega, se puede guardar la cebolla sin pérdidas significativas de peso o calidad por períodos más o menos prolongados, según el cultivar de que se trate. En condiciones de baja temperatura (-2ºC a 0ºC) y alta humedad relativa (80 %), el período de almacenamiento se puede prolongar hasta por ocho meses.



  • http://www.angelfire.com/ia2/ingenieriaagricola/cebolla.htm


5 comentarios:

Unknown dijo...

cual es el peso promedio de hectarea en la cosecha?

Unknown dijo...

cual es el peso promedio de hectarea en la cosecha?

Unknown dijo...

Lo tendremos en cuenta porque estamos teniendo problemas de larvas en nuestro cultivo de campo así que nos vendrá bien, gracias!

Unknown dijo...

Busco el tipo de cebolla bermeo donde puedo conseguirla?

Ing Irene Perez dijo...

Con riego 56.816 Kg x hectárea sin riego 13.792 kg x hectárea

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